La primera ministra de Dinamarca, Mette Frederiksen, describió el sábado al primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, como “un problema en sí mismo”, y aseguró que las acciones militares y el bloqueo total de Israel contra Gaza han llevado a una situación humanitaria “absolutamente terrible y catastrófica”.
La dirigente socialdemócrata fustigó al gabinete de Netanyahu por haber ido “demasiado lejos”, cometiendo acciones como la “expansión de asentamientos ilegales en Cisjordania”, el apoyo “a la violencia de los colonos israelíes”, y la oposición “a una solución de dos Estados”. Señaló que estas acciones “suponen un obstáculo para la paz”.
Frederiksen, cuyo país ostenta actualmente la presidencia de la Unión Europea (UE), declaró que está considerando la posibilidad de imponer sanciones y otras formas de presión contra Israel por sus acciones en Gaza y Cisjordania.
“Somos uno de los países que quiere incrementar la presión sobre Israel, pero aún no hemos obtenido el respaldo necesario”, señaló, criticando la falta de consenso entre los Veintisiete al respecto.
Concluyó diciendo que Copenhague estaba diseñando las sanciones para que golpeen “donde tendrán el mayor efecto”.
El gabinete de Netanyahu ha obstaculizado hasta el momento cualquier alto el fuego en la Franja de Gaza, ordenando la expansión de la ofensiva para ocupar todo el enclave costero palestino y desplazar forzosamente a la población palestina. La guerra genocida israelí ha dejado hasta la fecha un saldo fatal de más de 61 897 muertos, en su mayoría mujeres y niños.
Algunos países del bloque comunitario, entre ellos España, han exigido suspender urgentemente el acuerdo comercial con Israel por los crímenes que este comete en Gaza. Sin embargo, el bloque no ha ido más allá de lanzar amenazas verbales contra el régimen, las cuales no han logrado frenar el genocidio.
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